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¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Estamos viviendo tiempos espiritualmente peligrosos y si los que se consideran cristianos no oran van a terminar devorados por el diablo.
Jesucristo denominó a muchos religiosos de su época como hijos de la serpiente.
Ahora también, hay muchos líderes que dicen seguir a Dios, pero en realidad son instrumento de Satanás.
Si se quiere matar a un ratón, lo mejor es poner un rico pedazo de queso en la trampa y cuando lo quiera comer, va a morir apretado.
También, si se quiere ir a pescar, tiene que poner la carnada más atractiva para el pez, de esa manera va a ser fácil para que muera.
Tanto el ratón como el pez al ver los alimentos creen encontrar una buena oportunidad para deleitarse y ser felices, pero en realidad esta detrás el deseo de que mueran.
Les ponen las trampas porque los quieren matar, pero cuando les dan lo que les gusta, los cazadores se presentan ante ellos como buenos, para engañarlos.
Son muchos los que buscan un evangelio de placer, sin sufrimiento y andan buscando congregaciones donde les hablen bonito y les declaren cosas lindas.
Muchos llamados pastores dejaron de predicar lo que Dios quiere decir, para trasmitir desde los púlpitos lo que esas personas quieren escuchar. Se volvieron como el queso para el ratón o la carnada para el pez, perdieron la sensibilidad espiritual y no saben que son instrumentos de Satanás.
Trasmiten palabras dulces utilizados por el diablo para que las almas entren en sus redes y mueran, agradando a la carne y enfureciendo al Espíritu Santo.
Jesús les llama: generación de víboras. Predican de prosperidad, de la familia feliz, de grandes sueños, sin hablar de la lucha espiritual que deben tener con el reino de las tinieblas para que todo eso se pueda lograr en la voluntad de Dios.
Hijos de Dios, tenemos que velar y orar porque el diablo anda como león rugiente buscando a quién devorar y ahora se está comiendo a muchos.
Bendiciones
Pastor Eduardo Laguna