Juan 16.33
Estas cosas os he hablado para que en mí tengaís paz. En el mundo tendreís aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo.
La palabra aflicción es semejante a abatimiento, tristeza.
Paz y aflicción son dos cosas totalmente diferentes. Cuando uno tiene la paz de Dios en su corazón, todas las aflicciones que nos quiera provocar el diablo son soportables y todas van a terminar en victoria, manifestando el reinado de Jesús sobre Satanás.
Cuando Jesús entro al templo y vió que lo habían hecho una cueva de ladrones, se exaltó, pero nunca perdió la paz de Dios.
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Esa paz proviene de guardar y confiar en la palabra, promesas y sueños de Dios, que se transforman en el ancla de nuestras vidas para estar firmes en cualquier tribulación.
Ahora usted tiene que saber, si la aflicción que trae el diablo sobre su vida, es por causa de su obediencia o por causa de su desobediencia a Dios. Son dos cosas totalmente diferentes. Cuando está obedeciendo, la confirmación de que le creyó a Dios, es que el diablo se va a levantar contra usted para quitarle la palabra en la que ha decidido sustentar su vida. En esos casos, donde usted CONFIÓ QUE JESÚS VENCIÓ AL MUNDO, no pueden quitarle la paz.
Pero si usted esta preocupado e impaciente, seguro que la aflicción que está pasando es porque pecó y necesita rapidamente arrepentirse y ponerse a cuentas con el Señor, para que lo libere del depredador, y recupere nuevamente la paz.
LA PLENA CONFIANZA EN DIOS, TE HACE MANTENER LA PAZ SIEMPRE, no importa ni el tamaño, ni la cantidad de aflicciones que puedan venir sobre tí. EL HA VENCIDO AL MUNDO.
Bendiciones
Pastor Eduardo Laguna