EL GOZO PUEDE SER EL PEOR ENGAÑO
Suave ciertamente es la luz, y agradable a los ojos ver el sol; pero aunque un hombre viva muchos años, y en todos ellos tenga gozo, acuérdese sin embargo que los días de las tinieblas serán muchos. Todo cuanto viene es vanidad.
Eclesiastés 11:7-8 ❤️
Bendecida tarde amados, cuando las personas se encuentran en un apagón, la experiencia del momento, les hace reflexionar y entender, la necesidad que se tiene de la luz.
Lo mismo ocurre cuando se encuentran en un día tormentoso, con relámpagos y truenos, ahí entienden la importancia que tiene el sol en sus vidas, lo valoran, comprenden lo agradable que es para los ojos ver un día soleado.
A través de estas enseñanzas, la escritura exhorta a los hombres a reflexionar en los caminos que van transitando, para que verifiquen si están acorde con los mandamientos y a la voluntad de Dios.
Quizas nunca te toco vivir un día de apagón o un día nublado, pero son necesarias esas experiencias, para entender la importancia de estar siempre en la luz, y también delante del sol, la oscuridad es deprimente, tormentosa.
Aunque un hombre viva muchos años y en todos sus días viva gozoso, no quiere decir que su vida este acorde a la voluntad de Dios.
Por eso, es de suma importancia recordar las experiencias vividas en los días de apagones y pensar también en los días tormentosos y oscuros, para reflexionar, si la vida que se esta experimentando, aunque sea la mas feliz de todas, es aceptada por el creador.
Si quizás un día de apagón es desagradable y lo mismo se siente en un día tormentoso, ¿Cuánto mas dolor, tristeza y temor puede provocar vivir la eternidad en las tinieblas?
No dejes de meditar que los días de las tinieblas, son tantos, que nunca se terminan, no te dejes engañar por el gozo del momento y verifica si tu vida esta acorde con la palabra del Señor.
Es mejor vivir una vida terrenal sometida al sufrimiento, pero, que cuando mueras, te asegures una eternidad en el cielo ante la luz de Dios.
El hombre rico que vivía de banquetes y con gozo, terminó su vida sometido a los días interminables de las tinieblas, pero Lazaro, que andaba mendigando y era lamido en sus llagas por los perros, pudo soportar la tristeza y logro pasar su eternidad bajo la luz de Jesucristo.
Pastor Eliseo Laguna