1/6/2020

Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Efesios 2:8-10 ❤️

Bendecida tarde amados, el libro de Efesios es fascinante, porque nos revela que nosotros ya decidimos nuestro destino eterno en el verbo, en el pensamiento del Señor.

Cuando Dios decidió realizar el universo con sus criaturas, en ese momento del pensamiento del creador, nosotros por el libre albedrío que nos fue concedido, ya tomamos la decisión, si estábamos dispuestos a aceptarlo como nuestro Padre o decidimos convertirnos en anticristos.

Ya en el pensamiento del creador se revelo la traición de Luciel y entonces el Padre Celestial determino el plan para nuestra salvación por medio del sacrificio de Jesucristo.

Nosotros como seres creados, no estábamos en la condición de hacer nada en favor de nuestra liberación, por lo tanto, la única alternativa estaba en aceptar a Jesús, que entregó su propia vida en pago por nuestro rescate.

Eso nos permitió ser salvos por gracias, el mérito de nuestra redención solo se lo debemos a Jesucristo.

Pero después de ser rescatados, el Padre Celestial también en el momento creativo de su pensamiento, determinó las obras que íbamos a tener que hacer cada uno para preservar la salvación hasta el final y convertirnos en herederos del reino de los cielos.

Fuimos creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios PREPARO DE ANTEMANO para que anduviesemos en ellas.

Es por esta causa que cualquiera puede declararse cristiano, pero si no pide el pan de cada día, se está viviendo de una forma totalmente contraria a la voluntad del creador.

Jesús fue muy claro cuando nos dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida y que nadie puede ir al Padre si no es por mi.

Así como nosotros ya tomamos la decisión de nuestro destino eterno, podemos saber cual fue el lugar que elegimos para ir a vivir en función de nuestro comportamiento diario con el Señor y a las obras que realizamos constantemente enfocadas en las que el estipulo de antemano.

Esas obras son las que el Padre celestial preparo para que anduviésemos en ellas, si no estamos viviendo en función de ese proceder, entonces se está transitando el camino de la perdición.

No somo salvos por nuestras obras, pero entramos al cielo por las obras que el Padre celestial preparo de antemano después de haber conocido al Salvador.

Tienes que meditar seriamente en este versículo y entender si estás obrando en función a su enseñanza.

Pastor Eliseo Laguna

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