10/3/2021

Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
Mateo 10:1 ❤️

Bendecido día amados, estamos entrando a vivir los momentos finales que le quedan a este mundo que conocemos, está en los últimos suspiros y empiezan a notarse más, las diferencias entre los que conocen a Jesús y los que no saben que es el Hijo de Dios.

Esta plan-demia global (porque todo fue preparado para reducir la población del mundo) está permitiendo que sean revelados los corazones de los hombres y se descubran a los verdaderos hijos de Dios.

Inclusive, también se estan revelando, aquellos seguidores de Jesús, que no conocen a su lider y viven esta crisis, con el mismo miedo y nerviosismo que los que viven en el mundo.

Jesús le dio autoridad a sus discípulos, para echar fuera de los cuerpos a los espíritus inmundos, para que sean sanos de TODA enfermedad y de TODA dolencia, por lo tanto, nos revela que absolutamente todo padecimiento del cuerpo, es provocado por espíritus malditos, que se meten dentro de los hombres por causa de los pecados.

Y este virus mundial, que tiene a las personas asustadas, no es una excepción en la regla, es también provocado por demonios y la cura es la misma; si se libera a la persona que padece el mal en el nombre de Jesús queda al instante totalmente sana.

Lo que no se puede esconder, para que una nueva peste ataque el cuerpo con una nueva enfermedad, es que la persona liberada se debe arrepentir de los pecados cometidos en contra de los mandamientos de Dios.

Esa es la clave, el secreto que todo verdadero Hijo de Dios debe conocer para enfrentar esta plan – demia con una visión totalmente diferente al mundo y no caer en la crisis global.

El discípulo de Jesús no debe tener temor del virus físico, sino del espiritual, el pecado.

Mientras el cristiano no peca y vive en la voluntad del Padre celestial, ningún ataque de espíritus inmundos lo puede afectar, pero si comete pecado, le abre la puerta al diablo para que lo arrastre a su reino terrenal y lo afecte con el virus.

Los hombres caen en los engaños del diablo, por el desconocimiento de las escrituras, pero los que conocen Jesús y lo siguen de corazón, son protegidos por el Padre celestial.

Si un cristiano le tiene miedo a este virus, entonces, sigue a Jesús, pero no lo conoce, esta por fuera del reino de Dios.

Pastor Eliseo Laguna

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