PURIFICAME CON ISOPO
Entonces les dijo: El que tiene oídos para oír, oiga.
Marcos 4:9 ❤️
Bendecido día amados, era común que cuando Jesús le predicaba a una multitud, terminara su enseñanza diciendo estas palabra: El que tenga oídos para oír, oiga.
Pero, ¿no eran personas que deberían estar escuchando las palabras del Hijo de Dios? Por supuesto que deberían, pero la carnalidad que tenían impregnada en sus mentes, no les permitía escuchar ni siquiera la voz de Dios.
Últimamente me sorprende que líderes que tienen años en el ministerio, no tienen oído para oír lo que el Señor, a veces, a gritos les esta diciendo.
Las personas se sientan en los templos, pero sus mentes están divagando por el mundo, pensando con quien se va a poner de novio, en los problemas familiares, en la enfermedad que tiene, las deudas que tiene que pagar, las vacaciones que se quiere tomar, el asado que se va a comer, el partidos de fútbol, las comedias, etc.
Pero, al Señor no le importa lo que puedan hacer los que se hacen llamar cristianos ante su palabra, si justamente, es la zaranda que tiene para separar la paja del trigo.
Quien tenga oído para oir, sera seleccionado para vivir la eternidad junto a él, en el reino de su Padre, quienes tengan sus oídos llenos de cerilla, pasaran la eternidad en el fuego.
Dios, sigue buscando a aquellos que quieren escapar de los engaños de este mundo y aún le siguen rogando como lo hiso David: Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.
El que tenga ojos para ver y leer, lea.
Pastor Eliseo Laguna