EL HAMBRE TIENE UN MOTIVO
Jehová no dejará padecer hambre al justo; Mas la iniquidad lanzará a los impíos.
Proverbios 10:3 ❤️
Bendecida tarde amados, todo lo que el hombre siembra tiene que cosecharlo, y el que le robo a Dios, también tiene que cosechar sus consecuencias.
El Señor puede hacer todo, solo hay una cosa que el no puede hacer y eso es mentir.
La verdad es totalmente opuesta a la mentira.
Muchos creyentes tienen la particularidad de jugar con el creador y cuando están pasando un buen momento, tienden a ignorarlo, y le dan la prioridad a otras cosas, pero, así como los tiempos gratificantes son comunes a todos los hombres, también los malos les llegan a todos.
Toda consecuencia tiene un motivo. La pobreza también es la consecuencia de algún mal comportamiento con Jesús.
Si algún creyente de años, esta pasando pobreza, deberia darle gracias al Señor, por ayudarlo a entender, a través de ella, que esa es la consecuencia por haberle robado.
Nadie que fue fiel en los diezmos y en las ofrendas, puede decir, que el Señor le está haciendo pasar hambre.
Al justo, el Señor, aunque su país este en decadencia, igual no lo deja pasar hambre, Dios es soberano sobre toda situación, pero los impios, los que conociendo las verdades del reino, le robaron, les llega el momento de ser lanzados por su iniquidad.
Un verdadero hijo de Dios, cuando el Señor le permite pasar hambre, debería agradecerle, por hacerle entender, a través de esa situación, que está cosechando la consecuencia de su ingratitud.
El falso creyente ante la verdad, se hace el ofendido, y busca excusas para justificar su error, pero el verdadero, entiende, reconoce y se arrepiente.
El creyente que esta pasando hambre, es porque cuando tenia que cumplir con sus obligaciones económicas en el reino, no priorizó al Señor.
Puso primero a sus hijos, a su esposa, a su esposo, su casa, su auto, el colegio, etc. y Dios, siempre tiene que estar sobre todas las cosas.
El Señor al creyente no le envia la pobreza para que muera de hambre, sino para que se arrepienta y vuelva nuevamente su corazón a su reino, tiene que volver a los caminos de la justicia.
Joven fui, y he envejecido,Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan.
El salmista dice que desde su juventud hasta su vejez, nunca vio a ningún justo desamparado ni a su descendencia mendigando pan.
Pastor Eliseo Laguna