12/11/2021 – CUIDADO CON EL PERRO

CUIDADO CON EL PERRO

No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.
Mateo 7:6 ❤️

Bendecido día amados, en la manifestación de Dios sobre la humanidad, podemos ver muchos comportamientos de los hombres ante su palabra.

Hay santos que vuelven a convertirse en perros y hay perros, que se terminan convirtiendo en santos.

Los problemas vienen cuando los pastores se resisten a que los hombres se definan.

Es Jesús el que dice que no se le de lo santo a los perros, y no se le den las perlas a los cerdos, tiene que entender que no se esta refiriendo a animales, sino a hombre que tienen comportamientos animales.

Y el Señor dice el porque no se debe hacer esto, ….no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen.

¿Porque sera que los pastores no entienden al Señor? Parece que recién después que se comportan como verdaderas bestias, es que pueden entender que son animales. Jesús les alerta, que pueden llegar a despedazarlos, así que darle a los perros lo que es de los hijos, es un peligro.

Un día una persona inconversa se acercó a Jesús, era una Sirofenicia, y ella le gritaba para que le sanara a su hija que estaba gravemente atormentada por un demonio.

Jesús fue radical ante su griterío, y le dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.

La trato de perra, que no merecia comer el pan del cielo, el Señor quería asegurarse si sabía el valor de su palabra antes de socorrerla.

Y fue su respuesta lo que conmovió el corazón de Jesús para concederle el milagro de sanidad.

Ella le respondió: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos.

Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.

Jesús encontró en esta mujer a alguien digna de darle lo santo. Oh mujer, una persona deja de ser un animal, cuando reconoce la importancia de la palabra de Dios en su vida, es ahí donde deja de ser un perro y se convierte en un santo.

Pero están los que pasan años escuchando a sus pastores, pudieron llegar a convertirse en santos, pero terminan actuando como perros.

Por mas que por años se los trato como a hijos, no supieron valorar la paternidad, a esos, es que el Señor ordena no darle mas del pan de los hijos. Ellos, por su propia voluntad, decidieron volver a la vida de perros.

Continuar insistiendo en darle el pan que le pertenece a los hijos, pone en riesgo al pastor de que lo muedan y hasta que lo despedacen.

Pastor Eliseo Laguna

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