El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado.
Proverbios 29:25 ❤️
Bendecido día amados, pocos son los que meditan en el poder del pensamiento, y por lo tanto, el desconocimiento hace que atraigan las maldiciones.
El pensamiento del hombre actúa como un lazo, está intentando agarrar todo aquello en lo que se está pensando y lo atrae sobre su vida.
Y cuando el ser humano se vuelve esclavo del temor de algo, y su pensamiento empieza a pensar en eso que teme, ahí se activa el lazo para provocar su maldición.
En este momento de pandemia, si las personas se atemorizan delante del virus y comienzan a pensar que se lo pueden agarrar, activan el lazo del pensamiento y empiezan a predisponer a su cuerpo para que se coseche la enfermedad.
Las personas al ignorar la fuerza del pensamiento, no saben, que aún sin estar en contacto con el virus, pueden ocasionar que se haga realidad en su cuerpo.
Les puedo asegurar, que si una persona va al médico y después de hacerse los exámenes, el médico se equivoca y le da los resultados del análisis de otro paciente que padece de cáncer, y su pensamiento, como lazo, recibe y acepta lo que dice el doctor, termina con el cáncer en su cuerpo.
Pedro, tenía una presencia tan fuerte de Dios, que los enfermos creían que si tan solo su sombra los tocaba, quedaban sanos, y así sucedía.
Jesús, cuando vinieron a cobrarle los impuestos, pensó en un pez con un estatero adentro para cancelar su pago, y mando a Pedro a pescar y le dijo, que el primer pescado que sacara lo tendría adentro, que le abra la boca, lo saque y pague los impuestos, y así aconteció.
Pero el que tiene sus pensamientos confiando en Dios, el lazo se va a encargar de enlazar todas las bendiciones de su reino y las va a atraer sobre su cuerpo.
Mientras las personas se atemorizar ante el virus y se enferman por atraer con su pensamiento los síntomas y el padecimiento, los que piensan en la protección del Señor, enlazan el bienestar.
Cuida el lazo de tu pensamiento y marcarás la diferencia, y Dios te va a exaltar.
Pastor Eliseo Laguna