CUANDO SE DICE TU NOMBRE
para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
Juan 17:21 ❤️
Bendecido día amados, tendríamos que preguntarnos si por la forma que estamos viviendo, las personas pueden reflexionar y pensar que el Padre celestial envio a Jesús a la tierra.
Ayer, justamente en una reunión de jóvenes, le pregunte a algunos líderes con títulos de diáconos, que piensan las personas cuando se les dice el nombre de ellos.
¿Que piensas tú, cuando te preguntan acerca del diacono Felipe que nombra la escritura? Considero que vas a decir que conquisto Samaria y que cuando el predicaba, los espíritus inmundos salian de los cuerpos dando grandes gritos.
¿Y si te preguntan del diacono Esteban? Con seguridad vas a responder que tenía tanta unción y sabiduría cuando trasmitía la palabra del Señor, que murió apedreado por los falsos creyentes porque no soportaban el mensaje que traía del cielo. Y aparte, que Jesús se levantó de su trono, para ver el momento en que moria por su causa.
Entonces, ¿que piensan las personas cuando escuchan tu nombre?
¿Pueden hacer referencia a que eres un representante del reino de los cielos? ¿Que tu forma de hablar, de actuar o de relacionarte con los demás reflejan la presencia del Señor Jesús y por eso pueden creer que hay un Padre en los cielos?
¿Tu comportamiento diario, manifiesta tu unidad con Jesús? o ¿cuando se dice tu nombre, sale de la boca de la gente, que sos igual que un mundano, y que a veces tienes comportamientos peores que ellos?
El anhelo del Padre y del Hijo, es tan maravilloso hacia su creación, que desean que cuando nos vean, nos relacionen con un ser superior, alguien para el cual no hay obstáculos ni limitaciones y que tiene la presencia de una deidad.
Hoy piensa y reflexiona con toda sinceridad, porque solo la meditación es la que provoca los cambios, ¿que pensaran las personas cuando escuchan mi nombre? Y de acuerdo a tu respuesta, toma las decisiones referentes a tu estado, no descanses, hasta que cuando se te nombre, puedan identificarte con Dios.
Pastor Eliseo Laguna