LO QUE NO SE USA SE OXIDA
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
Mateo 26:41 ❤️
Bendecido día amados, todo lo que no se usa, se deteriora o se oxida, y al final, se tiene que tirar.
Con el hombre sucede exactamente lo mismo, todas las cosas importantes que deja de hacer, después le trae dolorosas consecuencias.
Jesús manda a escudriñar las escrituras para que sus seguidores adquieran su personalidad, y de esa manera, cuando salgan a evangelizar, al tener mucho conocimiento de su palabra, sean efectivos.
Y luego, cuando se los envía, se ven los resultados de su esfuerzo, algunos tienen poder de convencimiento, se ve el respaldo de Dios en sus vidas, pero otros, pasan años congregándose y no pueden traer al templo ni una sola alma.
Con la oración sucede igual, se nota la diferencia entre los que oran y los que no tienen la costumbre.
Jesús les dijo a sus discípulos, velad y orad para que no entren en tentación.
Entonces vemos seguidores en la congregación, que oran y tienen un comportamiento intachable, pero otros, que no lo hacen y tienen años siguiendo al Señor, continúan en adulterio, en fornicación, con pleitos, murmuraciones,, etc.
No oran y constantemente el diablo los usa como sus instrumentos para lastimar al reino.
Lo mismo sucede con el cuerpo, quienes lo cuidan alimentándose correctamente y haciendo deportes, pasan los años y siempre están vigorosos y juveniles.
Pero, los descuidados, que no tienen una dieta alimenticia o que no hacen ningún ejercicio, después el cuerpo les pasa la factura.
Viven con dolores, enfermedades, tomando medicamentos, internados, algunos totalmente arruinados. Siempre se los ve mas viejos de lo que son.
La vida funciona de esa manera, lo que no se cuida o se mantiene en uso, se deteriora y después trae sus serias consecuencias, si no se toma rápidamente una decisión de cambiar, se termina en el infierno.
Hay que poner en marcha primeramente todo aquello que lo mantiene en armonía con el Señor y después mejorar la salud.
Este es un sabio consejo del apóstol Juan: Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.
Pastor Eliseo Laguna