Y si tú avisares al impío de su camino para que se aparte de él, y él no se apartare de su camino, él morirá por su pecado, pero tú libraste tu vida.
Ezequiel 33:9 ❤️
Bendecido día amados, el Señor nos reclama de que debemos cumplir como hijos de Dios la función de atalaya, no de justiciero.
Hay una gran diferencia entre el pecador y el impío.
El pecador es aquel que no sabe que está trasgrediendo la ley o voluntad del Señor, sin embargo, el impío es el que conociendo la palabra, la ignora o la desprecia por su conveniencia carnal.
Ahora, estos son los versículos que solo los predican los amantes de la verdad, los mercaderes del evangelio los esconden, porque pierden fieles y dinero.
Detrás de esta palabra, esta la muerte esperando la posición que va a tomar el impío ante el mensaje que Dios le da al atalaya para que le trasmita.
Quizás el impío ante el alerta extremo que le envía el Señor, se deje engañar por el diablo y se dice: Esto no me va a suceder, este siervo siempre maldice, Dios es amor, el Señor entiende mi situación.
Me gustaría hacerte algunas preguntas para que te des cuenta si eres o no un impío.
¿No sabes que la escritura dice no unáis en yugo desigual?
Si tu lo sabes y estas teniendo una relación con alguien que no tiene el Espíritu Santo, entonces eres un impío.
Si tienes un hijo y permites que se una con un mundano o con un miembro aún de la iglesia y tiene relaciones antes de casarse y no le has dicho nada, entonces eres un impío.
¿No sabes que la escritura dice: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo?
Si lo sabes y escuchando la palabra de un familiar cercano, dejas de hacer la obra del Señor o no la haces completa, porque no te deja que te congregues como debes, no te permite cumplir con tus obligaciones economicas, te impide que vayas a las actividades o te exige que regreses antes de que terminen, que no evangelices y le obedeces, rechazando la autoridad de Jesús, entonces eres un impío.
Si tu mismo sabes que tus hijos quieren servir a Dios, y se le llamo para cumplir una función en la iglesia y no le permitistes, entonces eres un impío.
Si sabes que la escritura dice: ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
Si conoces esto y estás mas en contacto con personas del mundo, comiendo, paseando, reuniéndote como si esa fuera tu familia, antes que con los hermanos espirituales, entonces eres un impío.
El atalaya solo cumple con la ordenanza del Señor, de avisar de las obras perversas que se hacen aún conociendo la verdad, para librar su vida, pero es la escritura la que dice que los que viven de esa manera tienen a la muerte de vecina.
Y el vecino, en cualquier momento puede entrar en tu casa.
Pastor Eliseo Laguna