No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, Ni te fatigues de su corrección;
Proverbios 3:11 ❤️
Bendecido día amados, están desapareciendo de las congregaciones los líderes fuertes y determinados, por causa de que son pocos los que aceptan las correcciones que les forman el carácter, para luego superar los enfrentamientos con el diablo.
Estamos viviendo un evangelio muy meticuloso, cada vez que se le tiene que hacer una corrección a alguien, el líder tiene que pensar varias como se lo va a decir, antes de que le marque el error que esta cometiendo, para que no se le ofenda.
Tristemente, en los últimos tiempos, he visto que muchos que se dicen seguir a Jesús, han menospreciado las correcciones, no las supieron valorar cuando sus lideres los han corregido con la intensidad necesaria que merecen los errores que cometieron.
El castigo tiene que doler, sino deja de ser un castigo.
Generalmente los errores grandes que no fueron acompañados del castigo necesario, hacen que la persona equivocada, vuelva a cometer el mismo error.
Es por esa causa, que cuando uno reitera un mismo delito, el castigo aumenta, para ver si entiende su error y decide vivir de una forma diferente.
La palabra no solamente nos quiere hacer entender que debemos aceptar con agrado el castigo de nuestros superiores, sino que también, que recibamos con agrado la cantidad de reprensiones y castigos necesarios, hasta ser bien purificados como el oro refinado.
Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere.
Pastor Eliseo Laguna