23/7/2020

Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer.
2 Samuel 12:10 ❤️

Bendecida tarde amados, hay muchísimas personas que no tienen ni idea de lo que significa seguir a Dios, pero hay otras que supuestamente deberían conocerlo, que dicen ser sus hijos, pero aún así, no saben la importancia de mantenerse con firmeza en sus caminos.

El rey David comenzó un día quedándose en el palacio, cuando el arca y los soldados fueron a la guerra, y esa equivocación le provocó una avalancha de errores que lo siguieron hasta el día de su muerte.

Al no participar de la guerra, se salio del camino estipulado por el Señor y eso lo llevo a acostarse con la mujer de uno de sus mejores soldados y al final como la dejo embarazada, mando a matar a su esposo.

Dios se enojo en gran manera con David y determinó, que desde ese momento el mal no se apartaría jamás de su casa, se sintió menospreciado, no le dio valor a su voluntad, se salio del camino glorioso que le tenía preparado y tomó la mujer de Urías heteo para satisfacer su deseo sexual.

Imagínese, David nunca había perdido una guerra y en cada una que vencía su majestuosidad aumentaba, y por quedarse en el palacio rechazó tan tremenda bendición.

Salirse de la voluntad del creador es una puerta gigante para que Satanás pueda atacar y logró que David desprotegido de la atmósfera divina, cayera en tentación y pecara grandemente.

A lo que quiero llegar es que muchas personas después de seguir a Dios, menosprecian sus enseñanzas y se salen de sus caminos.

Es impresionante la cantidad de cristianos que hoy están sufriendo en las congregaciones por el mismo motivo que el rey David.

No escucharon al Señor o a lo que les decían sus pastores, decidieron por su propia voluntad con que parejas unirse o casarse, se salieron del camino y ahora se la pasan sufriendo por las diferencias en la fe.

Es tremenda la cantidad de hijos de Dios que tristemente eligieron cargar con ese yugo pesadísimo por desobedientes.

Hay otros, que por unirse con personas que no estaban en los caminos de Dios, ahora ellos mismos terminaron apartados, hasta diáconos cayeron en ese gran engaño de Satanás.

Todo lo que se obtiene dentro del reino del diablo, le pertenece a él y siempre está reclamando sus posesiones.

David pudo con el tiempo revertir la situación, pero eso le costo la muerte del bebe que tuvo con Betsabé, que uno de sus hijos (Amnón) violarla a su otra hija (Tamar), que el hermano de esa hija (Absalón) matara al otro hermano que la violó.

Que después ese mismo hijo (Absalón) lo persiga para quitarle el reinado y también padeció otras cosas terribles en su familia, hasta el día de hoy esa desobediencia sigue provocando malos frutos.

Los cristianos muchas veces no quieren escuchar al Señor o a sus pastores cuando los orientan de acuerdo a las directivas del reino de los cielos y deciden salirse de los caminos divinos, y después sufren porque el diablo constantemente les reclama sus posesiones.

Una ves cometido el error, es mejor invertir el tiempo que provoca dicho sufrimiento en meditar en la palabra y orar para revertir esa terrible situación, que pasar toda la vida llorando por los rincones.

David ayuno siete días, esperando que Dios cambiará su veredicto, pero cuando vio que la decisión del Señor era firme, se levanto del ayuno, se baño, comió y siguió adelante.

Lo importante es que el rey aprendió la lección. Es una locura menospreciar la enseñanza del Señor y salirse del camino.

El Padre al hijo que ama lo corrige.

Pastor Eliseo Laguna

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