el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
2 Corintios 1:4 ❤️
Bendecido día amados, se debe entender que toda tribulación recibida por causa del Reino Celestial, tiene como garantía la consolación de Dios.
Es muy importante no confundir la tribulación por causa de quere vivir en santidad, con las aflicciones recibidas por estar desobedeciendo a la palabra de Dios.
La primera, es la que permite tener la certeza de la consolación constante de Jesús, la segunda, va a depender de si la persona que cometió el pecado, tiene un arrepentimiento sincero para luego ser consolada.
Todo aquel que anhela tener un liderazgo para servir al Padre eterno, tiene que tener claro, que va a ser entrenado en superar aflicciones, porque a través de ellas, va a estar preparado para sustentar con sus experiencias victoriosas a sus seguidores.
Por lo tanto, el tamaño de la aspiración ministerial, va a estar proporcionado con las situaciones conflictivas que va a tener que padecer.
Pero, si ese llamado proviene del Señor, debe tener la seguridad y confianza que el trayecto a la victoria no lo va a realizar solo, sino, que Dios mismo, en cada situación de padecimiento, ya le va a tener preparada la medicina para la restauración, para que continúe el camino a la meta.
Todo esto está diseñado en los cielos, con el propósito de tener una buena preparación, para luego convertirse en el entrenador de muchos que deben alcanzar el mismo objetivo.
La consolación trasmitida a otros, es la que te engrandece en el cielo y emociona al Padre, para que te espere en su reino y te entregue tu herencia eterna.
La revelación de esta verdad, ya es un gran consuelo para superar cualquier tribulación por causa del Reino de Dios.
Pastor Eliseo Laguna