Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús.
1 Timoteo 3:13 ❤️
Bendecido día amados, las personas que buscan superarse cada día, esperan siempre anciosos, un nuevo nombramiento, para sentirse realizadas en la vida.
Algunos esperan un alto cargo en una empresa, otros en la política, otros en una institución, etc.
Aunque son puestos gratificantes, no dejan de ser títulos pasajeros, que si las personas no estaban influenciadas por Jesucristo para que lo logren, no tienen ningún mérito eterno.
Pero otra cosa totalmente diferente es un ascenso espiritual, que sea el Dios del universo el que te llama para servirlo y ser parte de los rescatistas de almas.
Un Apóstol, un pastor, un evangelista, un profeta, un maestro , un anciano, un diácono, un líder, cualquiera de ellos, cuando se ejerce consciente de quien es el que se beneficia con la labor, gana un grado honroso, pero no solo en la tierra, sino que también será recordado su desempeño por toda la eternidad.
A veces personas que han sido llamadas para tan grande honor, no saben valorar dicho llamado, y lo terminan haciendo mal o perdiendo, por causa de no haber buscado principalmente la santidad del corazón.
Todo el que fue llamado, si hace correctamente su función, seguro sentirá el respaldo de Dios, y eso es un incentivo maravilloso para motivarse cada día más en la fe, y esperar nuevos desafíos de parte de Jesús.
Aspirar un lugar en el reino de Dios, es el deseo más maravilloso que puede tener el hombre para vivir plenamente feliz.
No hay nada más honroso que ser siervo del Dios altísimo.
Pastor Eliseo Laguna