Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena.
Lucas 14:24 ❤️
Bendecido día amados, que tremenda ceremonia, nunca jamás nadie participó en una fiesta tan expectacular como está, aunque haya estado presente en el evento de cualquier rey de este mundo.
Sin embargo, todos los que estaban invitados, ninguno era digno de estar presente en ella, no tuvieron para nada en cuenta, quién fue el que les extendió tan gloriosa invitación.
Era un banquete especialmente preparado para probar a todos aquellos a los cuales les iba a brindar un futuro eterno pleno de felicidad, paz y amor, pero no tenían la conección necesaria con el organizador, para entender la bendición que les esperaba si respondían al llamado.
Dejaron de participar en la ceremonia por comprar una hacienda, por adquirir cinco yuntas de bueyes, por que recién estaban casados y vallan a saber, por cuantas otras cosas los otros convidados despreciaron la invitación.
El Padre organizador del evento, a los que se presentaran en la fiesta,.no solo les podía ofrecer una felicidad eterna, sino que también, durante esta vida, a aquellos que lo pusieron en un primer lugar, les podía dar muchas veces mas, lo que habían adquirido en la tierra y si quisiera, a los novios que valoraran el llamado, les podía pagar una luna de miel inimaginable.
Pero, no eran dignos, no se merecen tener ningún tipo de vinculación con él, no gustarán más de su cercanía.
Sin embargo, el Señor no canceló la gran cena, sino que mandó a su siervo a levantar de las calles, de las plazas y los vallados a cuanto mendigo o enfermo encontrarán.
No tengo ninguna duda, de que todos esos que participaron forzados a entrar en la cena, después de recibir un banquete tan especial, fueron premiados con bendiciones en la tierra, y también, se apoderaron del regalo de una vida eterna inmensamente feliz.
Que triste, que el creador queriendo brindar tantas bendiciones, tenga que decir de los que habían sido beneficiados con la invitación que no eran dignos y pasarán la eternidad apartados de su presencia.
Lamento, que muchos no crean ahora estás palabras, pero después de la muerte, las van a creer, cuando vean el cumplimiento.
Pastor Eliseo Laguna