3/6/2020

A algunos que dudan, convencedlos. A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.
Judas 1:22-23 ❤️

Bendecida tarde amados, que importante es tener el mayor conocimiento posible de la palabra, porque eso es lo que nos va a permitir obtener una mejor recompensa en el cielo.

Nuestro poder espiritual se cotiza evaluando el conocimiento que tenemos revelado de la palabra y el tiempo de comunión en oración, para que el Señor Jesucristo nos indique como lo debemos aplicar en cada conversación.

En estos dos versículos el Señor nos indica que debemos estar preparados espiritualmente para ayudar a que sean salvas tres tipos de personas diferentes.

Los que dudan, a estos todavía les falta una convicción plena de que Jesús es el Hijo de Dios, a pesar de que se pueden estar congregándo, ante ciertas situaciones que son confrontados por la palabra, no están plenamente convencidos de que las cosas sean así.

Como el apóstol Tomás, que aunque los discípulos le dijeron que vieron a Jesús resucitado, el lo dudaba y dijo que para creer, tenía que meter su dedo en los agujeros de los clavos.

Cuando Jesús se apareció delante de él, le dijo que lo metiera y que no continúe siendo incrédulo.

El entonces se postró y dijo: ¡Señor mio y Dios mio!

A otros salvad, arrebatándolos del fuego.
Hay otros que han cometido errores gravísimos, que si se murieran ahora, tendrían que ir al fondo del infierno.

¿Que hubiese pasado con el apóstol Pedro, si Jesús no hubiera orado rogando por él, para que no le falte la fe y al canto del gallo reaccione y se arrepienta?

Ante el temor Pedro lo había negado y maldecido, pero al canto del gallo se arrepintió y lloro amargamente.

¿De dónde lo rescató el Señor si no hubiese entrado en razón? Les puedo asegurar que del lago de fuego.

Y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aún la ropa contaminada por su carne.

¿Cuantos hay sentados en el templo, que a pesar de los años que dicen seguir a Jesús, al día de hoy, no han vencido por ejemplo los pecados sexuales?

Es impresionante como las personas se consideran cristianas pero tienen su ropa espiritual contaminada por su carne.

Hay muchos en las congregaciones que continúan con pensamientos de masturbación, adulterio, fornicación y a veces cosas peores.

Y me refiero a pensamientos, porque hay algunos que todavía ignoran que con el solo hecho de pensar ya codiciaron y adulteraron en su corazón.
Piensan que el pecado se consume solo con el hecho físico, y están engañados por Satanás.

Tenemos el caso en el libro de Hechos del que se acostaba con la mujer de su padre.

Tres casos muy diferentes el uno del otro, pero que hay que estar preparados con el conocimiento y la oración, para poder ser instrumentos del Señor para salvación y recibir en el cielo las recompensas, por tener las condiciones de ser instrumentos para buenas obras.

Tu cotización espiritual se evalúa en tu poder de evangelización.

Pastor Eliseo Laguna

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