Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido.
Apocalipsis 2:4-5 ❤
Bendecido día amados, a veces los miembros no toman muy en serio con el desgano, o la tibiesa con que continúan sirviendo en la obra del Señor.
Se acostumbraron tanto a realizar las actividades, que las siguen haciendo pero como rutinas religiosas.
Están presenten en los servicios, en los horarios de oración, o en las diferentes actividades, pero sus mentes están vagando por el mundo, o se duermen.
Ya no realizan sus funciones y sus compromisos espirituales, con la misma pasión y dedicación del comienzo, dejaron que se les apagara el romance inicial.
Todo lo que les pasa es por causa de esto o aquello, pero nunca toman en cuenta la falta de preocupación que tuvieron por meditar en la palabra, el descuido de la oración y las desobediencias a las ordenanzas bíblicas y a las directivas de sus pastores.
Todo lo relacionan con causas externas , pero nunca acreditan el enfriamiento a sus errores personales.
Pero que dejen el primer amor, es matar la relación con el Señor, es que pierdan la gracia de todas las misericordias que Dios les brindó, para liberarlos de las tinieblas y convertirlos en luz.
El Señor, les atribuye este desamor, a sus errores personales, no a terceros o situaciones externas, se descuidaron y se enfriaron.
A ellos les dice: Arrepiéntansen y hagan las primeras obras.
Creo que se refiere a que vuelvan a desear estar en el en el servicio con la misma desesperación que lo hicieron al comienzo de su relación con Jesús, a que oren con pasión y no se duerman y a recuperar las relaciones lastimadas con el Señor y sus pastores por causa de los pecados.
Está situación es muy dolorosa para el Señor, ya que dice que vendrá pronto a quitarles el candelero, pero les deja la posibilidad del arrepentimiento para continuar juntos.
Por lo tanto, el desgano amoroso, no es por causa de terceros, sino personales.
Jesús dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
Esta palabra, confirma la responsabilidad personal de la falta del amor.
Pastor Eliseo Laguna