Otra vez Jesús les habló, diciendo:Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Juan 8:12 ❤️
Bendecido día amados, donde la luz está presente no hay posibilidades de tropiezos, confusiones y mentiras, ella permite que todo se vea tal cual es.
Jesús es la luz del mundo, y por este motivo, cuando vino a la tierra, el decía que no era necesario que le hablaran de los hombres porque el sabía muy bien lo que había en cada uno de ellos.
También dijo, que si alguien lo sigue, no andara en tinieblas, sino que puede vivir bajo los efectos de la luminosidad, porque su luz iba a ser transferida a sus discípulos.
Por lo tanto, un verdadero seguidor del Señor, debería vivir una vida sin tropiezos, sin confusiones y sin mentiras porque tiene la luz de la vida.
El que siempre vivió en oscuridad, tiene el gravísimo problema que no puede identificar a la luz.
Una lámpara quemada nunca puede darse cuenta si la otra está encendida.
Pero, si una lámpara que estuvo quemada, es reparada y recibe nuevamente la presencia de la luz, tiene la capacidad de discernir los dos estados, conoce bien las diferencias.
Sabe identificar a las quemadas y a las encendidas, es imposible que sea engañada.
Un verdadero Hijo de la luz, que antes de conocer a Jesús tuvo su espíritu muerto y ahora por la misericordia del Señor se lo resucitó, puede identificar en las personas que se le acercan, por las palabras, los gestos, las costumbres y las obras que realizan, si tienen el espíritu vivo o muerto.
Pero el muerto espiritual no puede identificar nada, porque esta bajo el gobierno de las tinieblas, entonces vive tropezando, en confusiones y mentiras. Es una presa fácil para el diablo.
Por eso, para que alguien pueda pasar de las tinieblas a la luz, necesita de un milagro, que solo Dios lo puede permitir.
Un verdadero seguidor de Jesús, debería identificar en las personas con las que tiene algún tipo de conexión, por las palabras que dicen y por las obras que hacen, si son enviados del diablo para engañarlo y sacarlo del camino, o si traen el resplandor del reino del Padre celestial.
La escritura dice que por sus frutos los conoceréis.
Pastor Eliseo Laguna