10/10/2020

No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?
2 Corintios 6:14 ❤️

Bendecido día amados, una de las cosas más dolorosas que le puede pasar a un hombre o una mujer, es casarse con la persona equivocada, es un tormento.

Hoy los jóvenes carnales, que dicen seguir a Dios, se apresuran a casarse con la persona que les atrae, por el solo hecho de que participa de la congregación, sin que entiendan que puede haber más incrédulos adentro de la iglesia que afuera.

Tenemos al apóstol Tomas, que después de haber estado junto a Jesús casi por tres años seguía siendo un incrédulo

Un discípulo de Jesús, que verdaderamente lo ama , ni siquiera piensa en unirse en matrimonio hasta que el Señor no le de una señal muy clara de quien es la persona correcta.

Seleccionar a una mujer o a un hombre para casarse sin su consentimiento de Dios, es igual a suicidarse, porque el diablo va a utilizar al conyugue de todas las formas posibles para sacarlo del camino.

Tenemos muchos casos en la escritura de hombres que perdieron y lastimaron su relación con Dios por causa de elegir mujeres equivocadas.

Hay dos muy destacados, el caso del Rey Acab con Jezabel, y el de Sansón con Dalila. De que manera dolorosísima terminaron sus vidas.

Tanto un hombre como una mujer espiritual, que anhela cumplir en esta tierra el propósito del creador en su vida, no está eligiendo su pareja basado en la hermosura, el dinero, su talento, su profesión, su simpatía, etc.

Un verdadero hijo del Padre celestial, para seleccionar al conyugue correcto, primero analiza su vocabulario, si es acorde a las escrituras y si es reflejado en cada una de sus vivencias.

Después analiza como es su relación con sus autoridades espirituales, si las respeta y las honra como lo pide la escritura.

También, es fundamental verificar si es o no una persona de oración y si cumple con sus obligaciones económicas con Jesús, antes de cualquier otro gasto o inversión que pueda hacer mensualmente.

No es algo menor, ver como es su relación con el prójimo, si las conexiones con los demás, están edificadas en el amor o por el hecho de sacar un beneficio personal.

Una vez analizado todos estos aspectos, de todas maneras no define su decisión hasta que el Señor pone el sello de su confirmación.

No hay nada más doloroso que tener a tu lado a un conyugue hermoso, adinerado, culto, profesional, que cocine delicioso, que cuide bien de la casa, pero que te impida tener una relación armoniosa con Jesucristo.

La justicia no tiene comunión con la injusticia, así como la luz no es compatible con las tinieblas.

El apóstol Pablo recomienda que te quedes solo para servir al Señor, pero si te casas, no pecas, si sabes esperar en Dios a la persona elegida.

No hay nada más hermoso, que cuando el diablo te esta zarandeado como a trigo, tener a tu lado a un conyugue que te da la palabra correcta para vencerlo.

Si realmente quieres sentir la obra del diablo en tu vida, únete en yugo desigual, y entonces, experimentarás que tan verdugo puede ser con los desobedientes.

Pastor Eliseo Laguna

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