HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO
Y les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.
Mateo 4:19 ❤️
Bendecido día amados, es imposible, que alguien que se haya conectado espiritualmente con Jesús, no tenga un deseo ardiente por evangelizar.
Todas las palabras que el Señor les da a sus seguidores, están enfocadas para que sean pescadores de hombres, si esos resultados no se ven en sus vidas, es porque no tienen una verdadera conexión con el Padre celestial.
El Señor les dijo a sus discípulos, vosotros sois la sal de la tierra y la luz del mundo.
Tanto la sal, como la luz, son dos ejemplos utilizados por el creador, con la intención de que un creyente entienda, que le tiene que trasmitir a otro ser humano, algún beneficio del reino de los cielos, si nadie lo tiene en consideración para satisfacer su vida espiritual, entonces está bajo un engaño de Satanás.
¿Cuantas personas diariamente esperan anciosas tener un encuentro contigo, para recibir algo de parte del Señor?
Esa es la mejor manera para identificar que tipo de relación tienen con Jesús sus seguidores, el poder de evangelización, el revela que tan integrados están con su reino.
El libro de Hechos dice lo siguiente: Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Los que verdaderamente están conectados con Dios, tienen como principal objetivo en sus vidas, dar testimonio de Jesucristo, fue para eso que los discípulos tenía que esperar que viniera sobre ellos el Espíritu Santo, para que se conviertan en pescadores de hombres.
¿Quien no evangeliza, o lo hace sin tener resultados, debería considerar seriamente como está su vida con Jesús?
El creyente que no trasmite las buenas noticias del evangelio, o no tiene resultados favorables, o nunca recibió el Espíritu Santo, o también, lo puede haber entristecido o apagado.
La pasión de Jesús por salvar almas, no lo detuvo ni aún colgado en la cruz, hasta los últimos minutos de su vida, seguía siendo utilizado por su Padre, como sal de la tierra y luz del mundo.
Al ladron que lo reconoció como el mesías, cuando estaba siendo crucificado, entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.
La causa para un deterioro espiritual de esa magnitud, es el pecado, solo un verdadero arrepentimiento, le permite al creyente, recuperar su fortaleza espiritual y seguir evangelizando.
Pastor Eliseo Laguna