21/6/2020

Huye el impío sin que nadie lo persiga; Mas el justo está confiado como un león.
Proverbios 28:1 ❤️

Bendecida noche amados, una de las particularidades que provoca el pecado es el temor.

Principalmente sobre aquellos que conocen la verdad, nadie que tuvo un encuentro con Jesús y retrocedió, puede volver a ser verdaderamente feliz.

Lo vemos en Adan, luego de su pecado, lo primero que le vino fue temor, enseguida tomo la decisión de huir del creador.

Pero aún aquellos que proceden impiamente, aunque no conozcan al creador, viven atemorizados, siempre se están persiguiendo con que algo les puede pasar en cualquier momento.

Viven llenos de preocupaciones, confundidos, asustados, nerviosos, porque son conscientes que están procediendo mal, entonces no tienen descanso en su mente, siempre tienen presente que en cualquier momento los van a descubrir y van a tener que cosechar los frutos de su mal proceder.

Aunque nadie los persiga, el pecado tiene su propia personalidad para tenerlos acobardados.

Pero los que viven para hacer lo justo, nunca tienen miedo de nada, viven con muchísima seguridad, porque no tienen nada extraño que les puedan descubrir.

La integridad produce valentía, coraje, denuedo.

Y cuánto más, cuando viven bajo la cobertura del creador, esos viven confiados como león, saben que ante cualquier situación conflictiva tienen un reino poderoso que los respalda y los protege.

Aún durante el descanso de la noche permanecen con su confianza en Dios.

El Rey David decía: En paz me acostaré, y asimismo dormiré;Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.

Pastor Eliseo Laguna

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