Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No apaguéis al Espíritu.
1 Tesalonicenses 5:16-19 ❤️
Bendecida tarde amados, la fe comienza con la convicción de que Dios es bueno y fiel.
Cuando uno entiende que Dios es amor, si tiene el deseo de hacer la voluntad del Padre celestial, sabe entonces que cualquier cosa que le acontezca, es por causa de que le va a otorgar un nuevo galardón.
Pero a veces el trayecto a ese nuevo premio, no es el que más nos gustaría transitar, porque puede ser muy doloroso, discriminatorio, injusto, perverso, y a veces algunos tuvieron que soportar la muerte para lograr el premio otorgado por el Padre.
Tenemos el caso destacado de Jesucristo, que su premio fue heredar el nombre sobre todo nombre de su Padre y sentarse en un trono a su diestra, pero padeció muchísimo antes de alcanzar el objetivo.
Pero a pesar del doloroso trayecto, permaneció con gozo manteniendo la fe, sabía que su Padre le tenía preparado lo mejor.
¿Cuál es la clave para mantener siempre ese gozo?
El secreto conciste en estar durante todo el día con el corazón conectado con Dios, ya sea orando, alabando o meditando en su palabra.
Las personas que viven de esta manera, son las que a pesar de los padecimientos que tengan, saben que a la noche le sigue el día y después del invierno viene la primavera.
Todo pasa, y los resultados positivos se logran según con el agradecimiento que superamos el camino.
Si durante el trayecto nos mantenemos gozosos, orando sin cesar y dando gracias a Dios en todo, es porque tenemos un conocimiento profundo del Padre celestial, y sabemos que siempre al final del camino nos prepara el mejor galardón por haberle creído.
Quienes no viven con esa fe, son propensos a apagar el Espíritu, pero quienes la mantienen activa, tendrán siempre un Espíritu ferviente.
Después de la tormenta siempre sale el sol.
Pastor Eliseo Laguna