Jesús lloró.
Juan 11:35 ❤️
Bendecido día amados, que impresionante realizar algo, que pueda tocar el corazón del Señor, para lograr que llegue a llorar.
Esta situación se puede provocar por dos motivos, por causarle a Dios tristeza o alegría.
En este caso, que leemos en las escrituras que Jesús lloró, fue por causa de que Lázaro, uno de sus amigos había muerto y el no había estado presente en el momento que falleció.
Cuando llego al lugar del hecho, después de cuatro días, ya lo habían sepultado y una piedra cerraba su tumba.
El Señor sabía que ese hecho era para la gloria de Dios, por lo tanto, su muerte no le provocó ninguna tristeza, al contrario, esperaba exaltar con ese fallecimiento a su Padre celestial.
Pero al llegar a la ciudad y al encontrarse con las hermanas de Lázaro y todo el pueblo llorando, el también lloró.
¿Cual fue el motivo del llanto de Jesús?
La incredulidad de las personas, una de las hermanas de Lázaro cuando el llegó le dijo: Si hubieses estado aquí mi hermano no hubiera muerto.
La otra hermana, después de haber escuchado que el Señor le había dicho que el era la resurrección y la vida, sin entender que le estaba diciendo que había llegado para resucitar a Lazaro, le dijo: Yo se que lo vas a resucitar en el día postrero.
Y cuando se paró delante de donde lo habían sepultado y al ver a sus dos hermanas llorando sin consuelo, y a todo el pueblo que estaba a los gritos y llantos y les pidió que corrieran la piedra que cerraba la tumba para resucitarlo y le respondieron que el cuerpo ya tenía olor desagradable, toda esa incredulidad, lo hizo llorar de tristeza.
Este fin de semana pasado, fue el cumpleaños del apóstol Lee Cho Suck, para las congregaciones de iglesia Siglo XXI, el es la autoridad máxima del ministerio, para que represente al Padre celestial y a su Hijo Jesucristo en la tierra.
Y la mayoría de los miembros de Paraguay y Uruguay y una congregación amiga de Costa Rica, juntamos dinero para mandarle una ofrenda y aparte, una canción que el había escrito en el tiempo de la pandemia, el coro de la congregación la entonó, y también se la enviamos como regalo de su cumpleaños.
Aclaro, para que nadie al leer este relato peque por ignorancia, que el apóstol Lee, antes de ser pastor, ya era un empresario muy prominente y económicamente tiene suficiente dinero como para no necesitar vivir de las ofrendas que recive.
Lo que quiero destacar en este mensaje, es que cuando vio la ofrenda enviada, por el esfuerzo y el amor con que se junto y cuando escucho la canción que el había escrito cantada por el coro, se emocionó de tal manera, que el comento que lloró de alegría.
Y esto que ocurrió, es lo que permitió que este fin de semana se revolucionará mi corazón, saber que hicimos algo delante de Dios que lo hizo llorar de alegría por ver nuestra fe.
Y a raíz de todo esto que hemos leído, mi pregunta es, si Jesús, por tu obrar en su reino, llegara a llorar, ¿Sería por encontar en ti fe, o por causa de que eres un incrédulo?
Pastor Eliseo Laguna