SI NO ORAS, TE MUERES
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
Mateo 26:41 ❤️
Bendecido día amados, el enemigo puede hacerte creer, en todo, que está debajo de tus pies, pero si no tienes oración, se está burlando de ti.
Puedes alabar a Dios todo el dia, dar tus mejores ofrendas, evangelizar a diario, ser muy activo en la iglesia e inclusive hasta meditar en la palabra, pero si no tienes oración, sigues siendo su esclavo.
Si el Señor dice velad y orad para no caer en tentación, es porque si no haces estas cosas, el diablo sigue siendo tu amo.
Tentación, significa, que Satanás te va a utilizar para lastimar el reino de Dios.
Si no oras, ¿como puedes saber la voluntad del Padre para tu vida?
Jesís dijo: No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Sin oración, aún puedes ver a tus pastores y líderes como tus peores enemigos, cada vez que te pidan para hacer algo, no lo vas a querer hacer, te vas a olvidar o lo vas a realizar de una forma equivocada.
También el diablo te engaña, tienes que realizar una tarea y haces otra totalmente diferente, tus consejos a los hermanos en ves de afirmarlos en el reino le apagan la fe, sin oración te conviertes en un aliado del enemigo de Dios.
Pocos creyentes conocen el obrar de los demonios, y por lo tanto, no pueden superarse espiritualmente.
El Espíritu puede estar dispuesto, pero si no luchas para liberar a tu carne de la presencia de los demonios, ellos van a continuar gobernando tu vida.
El apóstol Pablo dijo lo siguiente: Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?
El apostol Pablo, cuando entendió esta verdad, se sintió un miserable, pero decidió esforzarse para vencer y terminó diciendo:
Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!
El culminó su vida como cristiano orando en lenguas mas que todos, sabía que en la oración estaba la victoria contra la fuerza de la carne.
La oración es como el aire que respiras, y si no respiras,
ya sabes lo que te pasa, te mueres.
Velad y orad.
Pastor Eliseo Laguna