El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable.
Proverbios 28:9 ❤️
Bendecido día amados, este versículo es sumamente revelante para entender porque muchos cristianos no pueden salir de las maldiciones.
El objetivo del evangelio es salir de la esclavitud del diablo y adquirir la personalidad de Dios.
El Señor por la armonía espiritual que tiene con su Padre se volvió idéntico a él.
Lo vemos a Jesús y podemos ver a su Padre, lo único que cambia es la apariencia externa, pero en el pensamiento y en el corazón son igualitos.
Y eso debe ocurrir con cada uno que se considera Hijo de Dios, aunque en la apariencia física somos todos diferentes, en la parte interna, la referente al espíritu y el alma, deberíamos ser todos como el Padre celestial. Ese debe ser nuestro principal objetivo.
Le ley es la personalidad del creador escrita, y quienes se niegan a escucharla para obedecerla, no tienen ninguna intención de adquirir las cualidades del Padre celestial.
El que no quiere escucharla y aplicarla en su vida, ese rechaza hacer su voluntad y se niega a vivir en su reino; pretende continuar viviendo con toda la programación que le puso el diablo.
No hay otra alternativa, o se decide seguir a Dios o de lo contrario el diablo continuará teniendo el poder sobre el ser humanos.
En definitiva, querer orar, sin aceptar vivir de acuerdo a lo que la ley exige, es invocar a Dios para pedirle su ayuda para hacer la voluntad del diablo.
No debe haber algo más doloroso para el creador, que sus criaturas sean tan ignorantes e intenten hablar con él, para pedirle que los ayude a pecar y no se den cuenta que el diablo los está usando para burlarse en su cara, por eso la escritura dice que esas oraciones son abominables.
O tenemos la personalidad de uno o la del otro, y si rechazamos obedecer la ley, vivimos haciendo la voluntad del diablo, y orar en ese estado ante Jesús, es abominable.
Pastor Eliseo Laguna